ALBERTO MORISAKI |
ECONOMÍA El número de
pagos con medios electrónicos en el sistema financiero (distintos al uso de
dinero en efectivo) ha mantenido su evolución positiva en los últimos 5 años,
reportando el 2017 un total de 552 millones de transacciones, lo que implica un
avance de 5.61 % en el último año y de 60% en los últimos 5 años (respecto a lo
reportado el 2012). Sin embargo, el uso de dinero en efectivo sigue
predominando en las operaciones de pagos de los peruanos en el sistema
financiero. “Las cifras
muestran que el Perú no es ajeno a la tendencia mundial de reducción del uso de
efectivo y aumento de los medios electrónicos. Los pagos en efectivo se
redujeron del 49.36% del total en el 2012 a un 45.60% en el 2017”, según indica
el informe “Reducción del uso del dinero en efectivo en el Perú” elaborado por
el Área de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos del Perú, Asbanc. Según
Alberto Morisaki, gerente de estudios económicos de Asbanc, los beneficios de
usar medios distintos al efectivo son diversos.
“Se crea un historial dentro del
sistema, aumenta el ahorro privado en segmentos más amplios de la población,
menores costos de transacción y crecimiento del público objetivo de distintos
tipos de negocios”, puntualiza. Agregó que, a nivel macro, se produce también
una mayor inclusión financiera, un mejor registro de actividades comerciales,
una reducción de las operaciones financieras ilícitas e informales y un efecto
positivo sobre la tributación.
“Lo que
también posibilita es un mayor acceso a crédito pues cuando se usa
intensivamente medios alternativos al efectivo, se genera información valiosa
que puede ser aprovechable por el sistema financiero, ya sea para una eventual
evaluación crediticia o para ofrecer algún otro producto o servicio”,
puntualizó.
Morisaki
resaltó la evolución de la banca móvil en las preferencias del público. “Dicho
canal pasó de tener una participación ínfima, de 0.1% en el 2012, a un 5.1% en
el 2017, superando a los cajeros automáticos (1.4%), a la ventanilla bancaria
(3.6%) y a las compras por internet
(4.5%). Las transacciones de la banca móvil pasaron de 377 mil a 28 millones en
dicho periodo, lo que representó un avance de más de 7,000%”, acotó.
Dinero en efectivo
A pesar de
estas mejoras, la publicación subraya que el Perú todavía presenta aún “niveles
altísimos” de uso de efectivo en las transacciones diarias. “Si se toma en
cuenta los datos recogidos por la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del
INEI, el efectivo es aún por lejos el medio de pago preferido por los hogares
peruanos, pues más del 95% de las personas utilizan dinero en efectivo para
efectuar sus compras, y ese porcentaje supera el 99% en las categorías de
compra más comunes y frecuentes, como alimentos, productos de lavandería y
limpieza, o prendas de vestir”, explicó Morisaki.
Agregó que
sólo en los casos de compras de artefactos electrodomésticos que el uso del
dinero físico cae ligeramente frente a las tarjetas de débito o crédito. “En
este caso, el efectivo sigue siendo altamente preferido (93.83% de personas lo
usan), pero en mucho menor grado que el reportado en otras categorías, y es
también el tipo de compra en el que la tarjeta de crédito alcanza su mayor uso,
llegando al 4.85%”, puntualizó.
BIM
Morisaki
resaltó que el camino por recorrer hacia un mundo sin dinero en efectivo aún es
bastante largo, pero la existencia de la Billetera Móvil puede acelerar ese
proceso. “BIM representa una oportunidad para reducir de forma importante y
sostenible el uso de efectivo en el Perú, tomando en cuenta su crecimiento
actual, su total interoperabilidad, y a las acciones actualmente desplegadas
para ampliar el ecosistema en el que trabaja esta herramienta. Creemos que su
uso se irá masificando progresivamente”, indicó Morisaki.
Informó que,
al cierre del 2017, el número de personas registradas como usuarios BIM llegó a
398,284, cifra que representó un crecimiento de 59.46% respecto al 2016. “Es
importante indicar que si bien el número de usuarios registrados casi se ha
duplicado, el potencial de crecimiento es inmenso, considerando que en nuestro
país existen más de 38 millones de líneas móviles activas y bajos niveles de
inclusión financiera”, apuntó.
Finalmente,
la publicación considera necesaria políticas que incrementen la competencia del
sistema bancario y protejan al consumidor, puesto que existen costos por
utilizar la red y los sistemas de pago electrónicos, y las comisiones por uso
de estos servicios deben disminuir como resultado de una política de
competencia eficiente y como parte de una modernización de la tecnología
disponible.
De igual
modo, la publicación indica que se debe trabajar en reinventar la oferta de
servicios del sector financiero, reconociendo que las necesidades de las
personas no incluidas son muy distintas a las personas de ingresos medios altos
de las ciudades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario