Explicó
que, al observar los patrones registrados en finales anteriores en la región,
tanto en el Perú como en otros destinos sudamericanos, se aprecia un
comportamiento constante: estos encuentros atraen flujos significativos de
viajeros, especialmente cuando participan clubes con hinchadas amplias y con
fuerte disposición a viajar.
“Basándonos
en esas tendencias, APOTUR estima que la final en Lima podría movilizar entre
40 mil y 50 mil aficionados internacionales, una cifra alineada con la
capacidad operativa del destino y con el historial del turismo deportivo en la
región”, sostuvo Medina.
La
titular de APOTUR precisó que, en términos de gasto, la experiencia del sector
receptor muestra que el turista deportivo suele invertir entre US$ 700 y US$ 1
200 por viaje, dependiendo de la duración de la estadía y su nivel de consumo.
Con
esa referencia, estimó que el impacto económico directo podría situarse entre
US$ 35 millones y US$ 55 millones, beneficiando principalmente a hoteles,
restaurantes, transporte, comercio y actividades urbanas.
“El
potencial adicional está en la extensión de la estadía. Desde APOTUR
proyectamos que entre el 15% y el 20% de los visitantes podría decidir quedarse
2 o 3 noches más, lo que equivale a entre 6,000 y 10,000 turistas prolongando
su visita. Con un gasto diario de US$ 150 a US$ 200, esto generaría un aporte
adicional de US$ 2 millones a US$ 6 millones, especialmente significativo para
destinos con estacionalidad marcada”, sostuvo la titular de APOTUR.
Como
DMC, dijo que es indispensable precisar que Cusco y Machu Picchu no son
opciones recomendables para decisiones de último minuto, debido a que los
tickets de ingreso suelen agotarse con semanas o incluso meses de anticipación.
“Por
ello, ofrecerlos como extensión inmediata sin previsión podría resultar en una
mala experiencia para el visitante”, advirtió.
DESTINOS
En
su lugar, APOTUR recomienda priorizar destinos con disponibilidad real y
propuestas claras:
·
Paracas – Ica: naturaleza y aventura
(islas Ballestas, Huacachina, buggies, bodegas).
·
Nazca: arqueología y
sobrevuelo de Líneas.
·
Arequipa: patrimonio,
gastronomía y circuitos urbanos.
·
Chiclayo – Trujillo: arqueología mochica,
con énfasis en el Museo Tumbas Reales de Sipán, además de Chan Chan y Huaca de
la Luna.
·
Lima: gastronomía, Centro
Histórico, Museo Larco, Circuito del Agua y excursiones de un día a Caral o
Peñico, adecuadas para visitas rápidas y culturales.
La
presidenta de APOTUR también señaló que los retos a atender son: accesos al
Monumental, seguridad en zonas turísticas, control de la informalidad y
comunicación clara en portugués.
“La
percepción final del visitante dependerá de la articulación entre autoridades,
sector privado y operadores turísticos formales”, añadió.
No
obstante, dijo que, si se actúa con planificación, coordinación y realismo, la
final de la Copa Libertadores 2025 puede convertirse en uno de los movimientos
turísticos más relevantes del año para el Perú.
“Desde
APOTUR lo resumimos así: el fútbol atrae, pero la gestión turística bien
organizada convierte esa atracción en estadías más largas, mayor consumo y
futuros regresos. La oportunidad está ahí: toca transformarla en resultados
concretos y sostenibles, y asegurar que el impulso turístico permanezca como
promoción posterior del país”, finalizó.
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