Sin
embargo, el ayer miércoles, 27 de noviembre, la Autoridad Portuaria Nacional, a
través de su plataforma Redenaves, anunció el arribo del barco chino Hong
Run 668, un barco industrial especializado en la captura de pota.
Esta
misma embarcación ya ha ingresado este año en otra oportunidad. Hace casi tres
meses atrás permaneció en el puerto de Chimbote por 21 días a pesar de haber
pedido autorización para hacer un cambio de tripulantes, una operación que solo
demanda unas pocas horas.
Según
Alfonso Miranda, presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar
Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR), en esa oportunidad, el ingreso de esta
embarcación ha llamado la atención debido a que ingresó y salió en horas de la
madrugada del puerto del Callao, sin que aparentemente le alcanzara el tiempo
para instalar el equipo de seguimiento satelital, ni para recibir las
inspecciones de rigor.
“Un
aspecto destacado del ingreso de esta nave al puerto del Callao es que arribó
alrededor de las 2 de la madrugada. y partió aproximadamente a las 5, con una
estancia total de solo tres horas. Dada la larga travesía realizada para una
estadía tan breve, se ha planteado la posibilidad de que la embarcación haya
utilizado la figura del "arribo forzoso" como justificación para su
ingreso al Perú”, manifestó.
Miranda
expresó su preocupación al respecto, señalando que “esta hubiera sido una
oportunidad para que esta embarcación china brinde señales de su disposición a
cumplir con la normativa e instale el equipo SISESAT en este barco. En todo
caso, se deberá conocer las razones del arribo, qué inspecciones se practicaron
y si se les dio algún otro servicio”.
Esta
nave pertenece a la empresa Zhoushan Hongrun Ocean Fisheries Co. Ltd., una
compañía que, según el reconocido portal “Bait to Plate”, opera al menos otros
cuatro barcos que han sido denunciados por actividades como apagado de equipos
satelitales, pesca ilegal y la utilización de trabajo forzoso en su
tripulación.
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