Periodista especializado en Economía
Desde hace más o menos 28 años, casi a fines de 1996 empezó a hacerse más notoria la presencia del fenómeno El Niño en el Perú. Estos fenómenos climáticos han ocasionado cuantiosos daños en puentes y carreteras, y generando el aislamiento de muchas zonas rurales que dificultó el acceso de alimentos, agua potable y atención médica.
Según el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED), al analizar la problemática del impacto del fenómeno El Niño, ha podido registrar una serie de problemas en el normal funcionamiento de las actividades socio-económicas del país. En algunas regiones las lluvias fueron el principal factor desencadenante, provocando inundaciones, movimientos en masa, daños a la infraestructura de vivienda, educación, salud, vías, etc.; así como también el déficit de lluvias que afectó a otras regiones, especialmente en el sur del país, generando un problema a la agricultura, así como también fuertemente al sector pesquero.
El año pasado el CENEPRED advirtió
que 17,573 centros poblados en el ámbito nacional se encontrarían en riesgo muy
alto por movimientos en masa y/o inundaciones ante la probabilidad de
ocurrencia de un evento El Niño para el verano 2024.
La información del CENEPRED detalla en su informe “Escenarios de riesgo por inundaciones y movimientos en masa ante lluvias asociadas al fenómeno El Niño”, que han identificado un total de 1,232,202 personas que viven en 16,104 centros poblados distribuidos en 23 departamentos, que estarían en riesgo muy alto ante la ocurrencia de deslizamientos, flujos de detritos o huaycos entre otros tipos de movimientos en masa.
El documento detalla que las
regiones con mayor cantidad de población expuesta a riesgo muy alto son: Piura
(207,766), Áncash (225,780), Huánuco (164,972), Cajamarca (117,929) y La
Libertad (104,564).
Además, el CENEPRED informó
que, 354,042 viviendas, 1,156
establecimientos de salud, 8,100 instituciones educativas, 2’262,469 hectáreas
de superficie agrícola y 33,906 kilómetros de infraestructura vial, así como
423 puentes se encontrarían en la misma situación de riesgo.
Igualmente, dicha organismo calcula que un total 826,140
personas estarían en este nivel de riesgo de presentarse
inundaciones; así como 208,803 viviendas,
409 establecimientos de salud y 1,884 instituciones educativas. Además de
365,753 hectáreas de superficies agrícolas, 3,008 kilómetros de infraestructura
vial y 208 puentes, distribuidos en el ámbito nacional.
Afectación a las Cajas Municipales
Al ser consultado el ex ministro de economía y
director ejecutivo del Instituto Videnza, Luis Miguel Castilla, sobre el perjuicio
a las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, señalo que los fenómenos naturales
evidentemente han afectado la cartera crediticia, especialmente en el norte del
país, porque estas entidades intermedian recursos a las actividades primarias
que han sido afectadas, y que son los sectores más vulnerados por el fenómeno
de El Niño.
Estos fenómenos climatológicos han perjudicado
justamente el sector primario, la construcción, la manufactura primaria y la
pesca; y esto sin duda afecta a las Cajas Municipales en el norte del país. “Estamos
entrando a un fenómeno de El Niño mucho más acotado de lo que se temía
inicialmente y va a ayudar a la recuperación de la capacidad de pago de los
deudores de las Cajas y por ende va a ayudar a una recuperación”.
“Los fenómenos naturales como El Niño,
obviamente afectan porque merman la capacidad de pago de los deudores de
cualquier intermediario financiero, y pueden afectar el patrimonio ante las
medidas de provisiones que se tienen que hacer por cartera en riesgo o cartera
que entra en morosidad”.
Cartera crediticia se afecta en el tiempo
De otro lado, el director ejecutivo de la Asociación Iberoamericana de Gestión de
Riesgos y Seguros (AIGRYS), Alfonzo Muñoz, señalo que el problema climático no
solo afecta en el momento, sino que va afectando en el tiempo, ya que las
reprogramaciones dadas por el gobierno se dan en el tiempo que se genera el
fenómeno climático, en el cual los microempresarios no pueden pagar.
Sin embargo, añadió el experto, hay un
impacto colateral, pues todos los negocios de la zona se ven afectados. “Esto
es como si se rompiera un eslabón de la cadena, que al final la rompe, pero no
solo ha sido el factor climático que ha afectado la cartera crediticia, a ello
hay sumarle el Covid, la situación económica-financiera del país, la
inestabilidad gubernamental”.
Añadió que es indudable que los mayores
perjuicios la han tenido las Cajas Municipales del norte (Caja Paita, Piura,
Sullana, Trujillo, Del Santa), que han recibido el impacto del fenómeno natural
que no es controlable por el hombre, a comparación de las Cajas Municipales del
sur, cuya afectación ha sido mucho menor, sostuvo Muñoz Canales.
Superintendencia de Banca y Seguros
En noviembre 2019 el Informe de Estabilidad
del Sistema Financiero de la Superintendencia de Banca y Seguros y APF,
señalaba que venían monitoreando permanentemente los impactos del
Fenómeno de El Niño Costero (FEN), el riesgo en los niveles de incumplimiento
asociado a la transición empresarial entre micro y pequeñas empresas, el riesgo
asociado a exposiciones con contrapartes del exterior y el crecimiento de
productos financieros como las rentas particulares.
El informe de esa época detallaba que el FEN,
ocurrido el 2017, generó pérdidas importantes para muchos de los deudores del
sistema financiero, complicando su capacidad de pago. Asimismo, destacó que tiene
importantes consecuencias económicas y sociales, cambios en las condiciones de
producción y en la disposición de recursos, daños a la infraestructura pública
y privada con la consecuente afectación de la productividad y pérdida de
riqueza, desestabilización de la economía global, impacto negativo sobre todas
las industrias, incluida la financiera.
Agrega, que el FEN tuvo un impacto en la economía durante el primer trimestre 2017, lo cual se aprecia en el comportamiento económico de las regiones del norte del país. En ese año se apreció una menor producción en las Regiones del norte del país como Piura (-3.6%), Cajamarca (-2.9%), Ancash (-2.6%), La Libertad (-1.1%), Lambayeque (-0.2%) y Tumbes (0.1%); principalmente, por la interrupción de las principales carreteras que ocasionó desborde de ríos, afectando el abastecimiento de productos de primera necesidad, así como a los procesos de siembra y de cosecha de cultivos.
La cartera de créditos expuesta al impacto del
FEN en las regiones con zonas declaradas en estado de emergencia equivalía al
43% del portafolio del sistema financiero (S/ 265 miles de millones al cierre
de diciembre del 2016).
En el 2022, el Informe de Estabilidad del Sistema Financiero señaló que el cambio climático viene generando riesgos en el mundo, no solo a nivel ambiental, sino también en el ámbito económico y social, ante lo cual diversas acciones de política se han desplegado con el objeto de mitigar su potencial impacto. La materialización de riesgos del cambio climático puede trasladarse al sistema financiero, mediante canales a nivel microeconómico y macroeconómico, reflejándose en el aumento de riesgos financieros como riesgo de crédito, de liquidez, de mercado, operacional, entre otros.
A nivel microeconómico, los riesgos físicos y
de transición pueden afectar directamente a las entidades del sistema
financiero (a través de daños a la infraestructura financiera), a sus
contrapartes (personas, empresas y gobiernos, mediante daños personales y
materiales) y los activos financieros (créditos, inversiones, pólizas, y otros
instrumentos financieros, ante la afectación de las contrapartes). A nivel macroeconómico,
afectan el crecimiento económico, la productividad y el empleo de la economía
en su conjunto.
En el 2023, el Informe de Estabilidad del
Sistema Financiero detalla que el Fenómeno El Niño (FEN) constituye el
principal riesgo climático agudo relacionado con el aumento de las
precipitaciones en el territorio peruano.
En particular, la costa norte de Perú es la
región más afectada por los eventos del FEN Costero, lo que resulta en daños,
especialmente en viviendas, infraestructura de transporte y en los sectores
económicos de agricultura, comercio, manufactura, construcción y pesca.
¿Qué hacer?
Para el ex ministro de Economía y director
ejecutivo del Instituto Videnza, “las medidas adoptadas por el Ministerio de
Economía de capitalizar el 100% de sus utilidades creo que ayudan a fortalecer
el patrimonio de las entidades como las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito,
y esto es positivo, porque no hay que olvidar que estas entidades dependen de
tener un marco de solvencia para seguir prestándole a los clientes, lo que va
ayudar a la recuperación”.
Por su parte, Alfonzo Muñoz, director
ejecutivo de la Asociación Iberoamericana de Gestión de Riesgos y Seguros
(AIGRYS), mencionó que una de las medidas importantes es la diversificación de
cartera, y analizar cuál es el sector que ha tenido menor opción de perdida
y diseñar planes y estrategias para colocar en zonas de menor impacto; y,
sobretodo tener en cuenta la gestión de riesgo de sobreendeudamiento, acotó.
En líneas generales, los fenómenos naturales
como El Niño, el Niño Costero, Niño Global, ciclón Yaku, Covid, así como la
situación económica-financiera, la situación de inseguridad ciudadana, la
inestabilidad política, si afectan y vienen perjudicando la cartera crediticia
y las utilidades de las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, especialmente de
las ubicadas en el norte del país; pero además también impactan en las
calificaciones que las clasificadoras de riesgos otorgan a las entidades
financieras, que indudablemente las perjudica.
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