“A nosotros nos buscan la sinrazón, mientras que a
los depredadores chinos les apañan un régimen de esclavitud que está reñido con
todas las normas del mundo”, manifestó.
Ambos dirigentes pesqueros coincidieron en que
desde junio del año pasado el gobierno peruano ha permitido el ingreso de más
de 180 barcos poteros chinos, incumpliendo la norma que les exige tener
instalado a bordo un dispositivo satelital y que, a partir de ese momento, la
pesca artesanal ha tenido un brusco descenso, mientras la industria pesquera
para consumo humano ha perdido abastecimiento de materia prima con lo que
peligran 200 mil puestos de trabajo en el sector, lo que va a debilitar
la economía y a profundizar la crisis social del Perú.
Según Elsa Vega, “El gobierno peruano está
destruyendo un emprendimiento que se desarrolló sin ayuda del Estado y va a ser
el culpable de un grave estallido social en el norte del país. Ya es hora que
atiendan la problemática de la pesca artesanal, la misma que se la hemos hecho
saber muchas veces”, enfatizó.
“Además, los pescadores artesanales han avistado
embarcaciones poteras chinas pescando ilegalmente en aguas jurisdiccionales
peruanas, sin que nadie del gobierno se interese por esta violación a nuestra
soberanía”, subrayó.
Por su parte, Miranda Eyzaguirre coincidió en que
la actual situación se torna insostenible y que el Perú podría perder una nueva
oportunidad de desarrollo descentralizado y formal si se permite que la flota
china siga actuando con la misma falta de transparencia y debilidad del Estado.
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