La
medida marcó un cambio notable. Según datos de la autoridad peruana, durante
2025 no ingresó ni una sola nave china a los puertos nacionales, a diferencia
de 2023 y 2024, cuando llegaron alrededor de 350 embarcaciones, en su mayoría
al Callao, para realizar mantenimiento, transbordos de tripulación o renovar
certificados.
Alfonso
Miranda Eyzaguirre, presidente del Comité para el Manejo Sustentable del
Calamar Gigante (CALAMASUR) explicó que la reacción de la flota fue inmediata:
“En
lugar de hacer escala en Perú e instalarse el equipo satelital que se le exige,
las naves optaron por ir a puertos chilenos como Iquique, Talcahuano y
Valparaíso. En 2025, un total de 42 naves atracaron allí. En una oportunidad,
llegaron a entrar a Ecuador”, manifestó.
El
titular de CALAMASUR aseguró que la norma no solo ha funcionado, sino que ha
modificado el comportamiento de la flota en alta mar:
“Cuando
se les permitía usar puertos peruanos sin control satelital, operaban pegados a
las 200 millas. Después de la exigencia del SISESAT, se han alejado hacia aguas
internacionales a más de 1,000 millas de nuestras costas o han migrado a zonas
frente a Argentina y Uruguay. Eso demuestra el efecto disuasivo de la medida”,
expresó.
La
voz del sector pesquero artesanal
Por
su parte, Elsa Vega, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del
Perú (SONAPESCAL), precisó que la ausencia de esta flota cerca de los límites
marítimos peruanos ha tenido un impacto positivo en la pesquería nacional.
“Es
paradójico que este año, sin barcos chinos pescando en el límite de nuestra
frontera, hayamos visto mayor abundancia de pota. Esto confirmaría lo que los
pescadores artesanales vienen diciendo: el recurso se ve afectado cuando esta
flota (China) opera tan cerca.”, aseguró.
Vega
reconoció que PRODUCE escuchó la voz de los pescadores al implementar la norma,
pero advierte que la situación exige vigilancia constante.
“Hemos
tomado conocimiento de que más de 250 embarcaciones chinas estarían en estos
momentos en ruta hacia los límites de la zona sur del mar peruano para iniciar
faenas de pesca. De querer ingresar a nuestros puertos, el Estado debe
mantenerse firme con la norma y exigir a esta flota el mismo rigor que se le
impone a la artesanal”, exigió la titular de SONAPESCAL.
Según
el portal The Outlaw
Ocean Project, del periodista ganador del premio Pulitzer Ian
Urbina, entre las naves que actualmente se encuentran frente a aguas peruanas
figuran embarcaciones altamente cuestionadas como la Xun Xing 16, sancionada por PRODUCE en 2020 por pesca ilegal; la Jing
Yuan 626, sancionada por Argentina en 2018 por pesca ilegal; y
la Fu Yuan Yu 7631, sancionada también por Argentina en 2013.
Ante
ello, la dirigente pesquera también expresó su preocupación y manifestó que los
recursos marinos como la pota no entienden de fronteras.
“Una
flota de estas dimensiones, con potentes sistemas lumínicos al borde de nuestro
límite y con incidencia probada de pesca ilegal, puede estar capturando la pota
que corresponde a los peruanos. Debemos mantenernos alertas para evitar que
ingresen a nuestras aguas o intenten persuadir a nuestras autoridades”,
manifestó.
Tanto
CALAMASUR como SONAPESCAL coinciden en que el caso peruano demuestra la
eficacia de combinar legislación con control satelital. Sin embargo, subrayan
que el éxito depende de que la autoridad mantenga la firmeza frente a presiones
externas.
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