Manuel Mariño |
Por Manuel Mariño / Director Regional de la ACI Américas.
El 6 de julio de 2013 se celebrarán el 91° Día
Internacional del Cooperativismo de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI)
y el 19° Día Internacional del Cooperativismo de las Naciones Unidas, con el
lema: "La empresa cooperativa se mantiene fuerte en tiempos de
crisis".
El Día Internacional del Cooperativismo,
que se celebrará el próximo 6 de julio de 2013, tiene como lema “La
cooperativa, una empresa que sigue siendo fuerte en tiempos de crisis”. El lema
resulta aún más oportuno a la luz de la situación de otras formas empresariales
confrontadas actualmente con las luchas económicas mundiales.
Los modelos de empresas propiedad de sus
inversores sufren actualmente una crisis de insostenibilidad económica, social
y medioambiental mientras que el modelo cooperativo ha demostrado su gran consistencia
en tiempos de crisis.
La crisis financiera fue un ejemplo rotundo
de los peligros entrañados por la priorización de las ganancias a corto plazo
en vez de la viabilidad a largo plazo. Las crisis globales actuales han sido
causadas por un modelo empresarial que considera más importantes los retornos
financieros que las necesidades humanas, un modelo que apunta a privatizar las
ganancias y socializar las pérdidas.
Son muchas las pruebas de la contribución a
la estabilización financiera que puede aportar una pluralidad de modelos de
propiedad. Al dar la mayor prioridad a las necesidades humanas, las
cooperativas responden a las crisis actuales de sostenibilidad y nos ofrecen
una forma distinta del “valor compartido”.
Además, el modelo de la cooperativa no es
víctima del engaño que aflija al modelo capitalista desde hace más de veinte
años por considerar los resultados financieros como el indicador central de la
buena empresa. Una cooperativa es sencillamente una búsqueda colectiva de la
sostenibilidad que intenta “optimizar” los resultados de varias partes
interesadas en vez de maximizar las ganancias de una de ellas.
Por consiguiente, cuando la situación
resulta más dura, toda la mano de obra es vital para el bienestar de una
cooperativa y no solamente unos cuantos gerentes.
Otro elemento que ha hecho tambalear al
público en el mundo entero son las prácticas y finalmente, el cierre de
numerosos grandes bancos. Estas instituciones supuestamente venerables, seguras
para las inversiones y los depósitos, han resultado a menudo débiles y mal
gestionadas. Las cooperativas financieras se han distinguido de manera bien
diferente.
Las cooperativas de ahorro y crédito, los
bancos cooperativos han seguido creciendo, otorgando créditos en especial a las
pequeñas y medianas empresas, y se han mantenido estables en las diferentes
regiones, creando incluso empleos indirectos. La propiedad en manos de sus
miembros que la controlan y se reparten los beneficios es el elemento clave de
esta fortaleza y garantiza ventajas que no tienen sus competidores. Si bien las
cooperativas financieras representan una parte destacadamente grande del
mercado bancario mundial, es importante entender mejor su modelo.
Un informe publicado recientemente por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) y escrito por el Profesor Johnston
Birchall hace un examen detallado de las cooperativas financieras desde su
creación en Alemana en los años 1850 hasta el movimiento mundial que
representan actualmente.
Birchall explica en una entrevista a la OIT
cómo antes de la crisis, los economistas predecían que las cooperativas
financieras debían de tener una eficacia menor que los bancos propiedad de sus
inversores por no recompensar a sus gerentes ofreciéndoles acciones. No
obstante, la crisis ha demostrado que las cooperativas financieras corrían un
riesgo menor que las sociedades bancarias anónimas porque justamente sus
dirigentes no recibían una parte de sus beneficios.
“La estabilidad y la aversión al riesgo
están inscritos en el ADN de las cooperativas financieras. Siendo empresas,
generan y deben generar excedentes pero sus excedentes se convierten en
reservas que les aseguran esta fuerza financiera y las ponen al amparo de los
problemas que pueden generar las exigencias de capital propio impuestas por los
reguladores. En otras partes del mundo, las cooperativas de ahorro no han
experimentado ningún descenso en 2008. No han vivido la crisis bancaria; han
seguido creciendo paulatinamente, con regularidad y sin tragedias.”
Otra ventaja en período de crisis que no se
puede pasar por alto es su dimensión social. A la hora de un declive económico
global y de presiones importantes sobre los gobiernos para que se disminuyan
las garantías sociales, las cooperativas tienen una vitalidad incomparable.
Contribuyen al capital social, lo que las diferencia de las empresas propiedad
de sus accionistas. Las cooperativas desempeñan asimismo un papel fundamental
en la prestación de servicios sanitarios amenazados de ser privatizados, o
controlados por el Estado o abandonados si se les aplican los recortes
presupuestarios.
El Día
Internacional del Cooperativismo, el 6 de julio de 2013, nos da la oportunidad
de reflexionar en todo lo que han hecho las cooperativas en períodos de menor o
mayor prosperidad, y de reiterar nuestro compromiso con darle mayor relieve y
apoyo mundial a este modelo empresarial basado en valores por ser un modelo que
ha sido y sigue siendo acertado.
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