El presidente del Comité de Joyería de la Asociación de Exportadores
(ADEX), Julio Pérez Alban resaltó que la joyería y orfebrería calzan
perfectamente con el concepto de inclusión social que el gobierno
impulsa, por lo que llama la atención que del total de oro y plata que se
produce en el país, menos del 1% se deriva a la fabricación de productos de su
sector.
Durante la ceremonia de inauguración del II Congreso Internacional de
Joyería y Orfebrería, organizado por ADEX, Mincetur y Promperú, con el apoyo
del Senati y que fuera inaugurado por la Directora Nacional de Artesanía del
Mincetur, Madeleine Burns, Pérez Albán estimó que esa actividad genera
alrededor de 25,000 puestos de trabajo directos e indirectos a nivel nacional.
Son 3,000 talleres artesanales de joyería inscritos en el Registro Nacional
de Artesanos del Mincetur a los que se suman las empresas manufactureras,
grandes y medianas, mencionó ante el vicepresidente de ADEX, Carlos Lozada y un
auditorio de cientos de artesanos.
“El gobierno habla de inclusión social. Si queremos hablar de inclusión, el
sector joyero y orfebre calza perfectamente en ese concepto. Miles de personas
transforman los minerales en joyas y objetos. Qué mayor inclusión social si
adicionalmente es una actividad descentralizada. El gobierno debe tener esta
calidad muy presente”, mencionó.
Pérez indicó que las estadísticas dicen que el Perú es el quinto productor
mundial de oro y el tercero de plata, lo cual, dijo, debe llenarnos de orgullo,
pero lo que no se refiere es que de ese total, menos de 1% se deriva a la
fabricación de joyería y orfebrería.
“De las 151 toneladas de oro que producidos, y que fueron valorizados en
US$ 7,800 millones, solo fue transformado en joyería menos de 1% y
de las 3,600 toneladas de plata, equivalentes a US$ 2,100 millones
también se destinó menos del 1% a la joyería y orfebrería”, puntualizó.
Y que ironía, continuó, la platería ha sido declarada por el gobierno como
“producto bandera”, pero ese 1% debe impulsarnos a retomar este asunto con
fuerza y nos debe llevar a una profunda reflexión, más aún si es que se tiene
en cuenta que la demanda mundial de oro para la joyería es del 52% del total
producido. En el caso de la plata, del total producido en el mundo, el 20% va
para la joyería.
Añadió que es importante señalar que aunque resulte paradójico, el aumento
del precio de los minerales benefició a la minería, pero no a la joyería pues
sus precios se tuvieron que incrementar ante los mayores precios de la
materia prima. “Se generó mayor demanda de otros productos en detrimento de la
joyería de oro y plata”, precisó.
El representante de ADEX resaltó el trabajo conjunto entre el sector
público y los instó a seguir adelante a fin de crear conciencia y elevar la
competitividad del sector, exponiendo dónde está en estos momentos y las
posibilidades a futuro.
“El primero congreso de joyería fue en el 2009 y la pregunta que cae
de madura es por qué nos demoramos cinco años en realizarlo nuevamente. Por qué
nos cuesta a los peruanos seguir con algo bueno y positivo, realmente no tengo
la respuesta. Lo que se debemos hacer ahora es comprometernos, que este sea el
punto de inflexión y encaminarnos hacia grandes logros”, dijo.
Pérez también pidió asumir un rol más protagónico a los joyeros, que
permita sentar las bases para un real cambio en el sector, tanto a
nivel de diseño, uso de tecnología, calidad, normas técnicas, certificación,
marketing y estrategias de comercialización.
“Todo esto unido por objetivos y metas claras reglamentadas por leyes y
procedimiento simples, ayudará al desarrollo del sector. Solo unidos, dejando
de lado los paradigmas y limitaciones mentales que nos atan a la situación
actual, saldremos adelante teniendo en cuenta los valores de la gente y los
recursos de nuestro país”, concluyó.
CERTIFICACIÓN
A su turno Madeleine Burns, Directora Nacional de Artesanía del Mincetur,
refirió que el ministerio está trabajando con 200 talleres a nivel nacional, para
darles certificación técnica y certificación de gestión, asimismo, el próximo
año empezarán con la certificación de competencias para poner en valor la
profesión del joyero.
“Esperamos llegar a 500 artesanos y hasta el 2016 a 3,000 talleres, para ello
necesitamos, obviamente, el compromiso de los artesanos. Las regiones
beneficiarias serán Lima, Cusco, Ayacucho, Arequipa, Piura y
Junín”, finalizó.
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