miércoles, 1 de junio de 2022

EXPLOSIÓN EN LAS ORGANIZACIONES EMPRESARIALES POR LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Por César Sánchez Martínez / LIMA

En los dos últimos años, las naciones emergentes han vivido una transformación digital en sus quehaceres cotidianos por causa de la pandemia, de tal manera, que literalmente han avanzados entre cinco y ocho años en su desarrollo nacional y, por lo tanto, organizacional. Es decir, la pandemia aceleró diversos cambios que llegarían como resultado de la globalización e internacionalización de sus economías. Las tecnologías de la información han cambiado las vidas de las personas y, también, la forma de hacer negocios. El teletrabajo, las clases virtuales, la telemedicina, las operaciones financieras en línea, las reuniones virtuales, etc., son sólo algunos aspectos de la llamada “nueva normalidad”, mediante la innovación tecnológica que llegó para quedarse. La pandemia terminará, pero los cambios seguirán y cada vez, más rápidos.

Efectivamente, la pandemia que aún la vivimos obligó a los gobiernos, empresas y personas a buscar alternativas para continuar con sus quehaceres.

Ahora es normal escuchar conceptos o palabras como “internet de las cosas”, “inteligencia artificial”, “robótica”, “nanotecnología”, “criptomonedas”, “Fintech”, “billeteras electrónicas”, etc.

Antes se hablaba del “home office” en términos del futuro, pero ante la coyuntura actual, ahora es una realidad, según Germán Chávez Bahamonde, experto con más de 30 años de experiencia en Tecnologías de la Información. Como gerente de Informática en el BBVA Continental, con 27 años de experiencia en el sector de la banca, afirma que las naciones han desarrollado diversas estrategias de digitalización para un crecimiento inclusivo, especialmente en el Perú. Hay cambios en el sector financiero a pesar de ser un segmento que lideraba la transformación digital en el país.

AHORRO E INVERSIÓN

Chávez Bahamonde recuerda que antes de la pandemia, sectores como las finanzas, comercio e industria buscaban reducir sus costos operativos y miraban al “home office” como alternativa para reducir esos gastos.

Los precios de los alquileres o propiedades subían constantemente en zonas comerciales, sin contar los gastos de energía, servicios, equipos, muebles, etc., y eso era un costo fijo para las organizaciones. Hoy con la pandemia, muchos trabajos se realizan de manera virtual, desde los hogares, y el costo es “cero”. No todas las empresas han llegado a este nivel, pero algunas sí, ahorrando dinero para invertir en otras cosas, con el uso de las tecnologías digitales.

Germán Chávez Bahamonde revela que es como llevar un auto Ferrari a un pueblo donde no hay carreteras ni pistas, y lo peor, es que nadie sabe manejar. Su experiencia pasada como gerente de Tecnología de la Información en el Sistema Integral de Salud (SIS) del Ministerio de Salud, certifica cuán atrasados están los pueblos del país, razón por la cual, la “bancarización” es imposible. Hay pueblos y comunidades andinas y amazónicas sin energía eléctrica.

Chávez propone obtener energía de los paneles solares, usando la luz del sol en el día, y la energía eólica en las noches, usando los vientos que hay en muchas ciudades. Como se sabe, “la energía eólica es una fuente de energía renovable que se obtiene de la energía cinética del viento que mueve las palas de un aerogenerador el cual a su vez pone en funcionamiento una turbina que la convierte en energía eléctrica”, según los estudios de ENEL, empresa estatal italiana que opera en el Perú.

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