Por César
Sánchez Martínez / LIMA
RELIGIÓN En estos
tiempos de Navidad, las personas celebran a Papá Noel, popularizado por Coca
Cola desde 1931 usando los colores rojo y negro de la bebida gaseosa. Algunos
creen que Santa Claus o San Nicolás es “Papá Noel” y así lo difunden. Hay quienes
creen que la Navidad es sinónimo de regalos, juguetes, ropa nueva, cohetes,
pavo, lechón, árbol (especialmente el pino), guirnaldas, panetón, chocolate, brindis,
etc. Nada más lejos que la realidad.
También se
afirma que Navidad es Jesús, pero no explican en qué sentido. Navidad viene de
la natividad, el nacimiento de Jesús, el Dios hecho hombre aquí en la tierra. Porque
de tal manera amó Dios al mundo (a las personas) que mandó a su hijo unigénito
(hijo único), para que todo aquel que en el crea no se pierda, sino que tenga
vida eterna.
En nuestros
tiempos todo lo que suena a religión es ya un problema y por lo tanto no interesa.
Pero la verdad es esa. Navidad es recordar el nacimiento de Jesús quien vino a
la tierra con un propósito. Los creyentes celebran la Navidad, porque Jesús
nació en sus corazones, espiritualmente. Pero, celebrar la Navidad, sin tener
en cuenta a Jesús, no tiene sentido alguno.
Más Dios muestra
su amor con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
El hombre tiene vida eterna, precisamente, por su fe en Jesucristo. Es un
simple acto de fe. No por las buenas obras de las personas, sino por la gracia
de Dios.
Podemos
ahora celebrar la Navidad, aceptando a Jesucristo como Salvador y Señor de
nuestras vidas. El Papá Noel de la tradición de Coca Cola o el arbolito de
Navidad no es la razón del gran suceso ocurrido en Belén, pero ese suceso fue
clave para que las personas puedan encontrar su Salvador. Este año celebremos
la Navidad con Jesús en nuestros corazones, sólo entonces tendrás una Feliz
Navidad. La decisión está en tus manos. Acepta a Jesús y celebremos juntos la
verdadera Navidad.
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