Periodista especializado en economía
El 15 de diciembre del 2024 se publicó en el diario oficial El Peruano la Ley 32194, que declara de necesidad pública e interés nacional diversos proyectos y obras de infraestructura para el desarrollo del país en los departamentos de Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Piura y Ucayali.
Como
es de conocimiento público, la Línea 1 del Metro de Lima es el único medio de
transporte masivo que dispone Lima y por ende el país, y que en el caso de la
L1, moviliza diariamente miles de personas. Solo para tener una idea, según
información de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU),
entre enero y julio del 2024, la Línea 1 del Metro de Lima ha transportado
180,3 millones de pasajeros, en su recorrido que abarca desde San Juan de
Lurigancho hacia Villa El Salvador, cruzando diversos distritos de la capital.
Si
esto se haría realidad, entonces supone que dentro de un tiempo estimado se
tendrían que desarrollar la construcción de una infraestructura adecuada, así
como el equipamiento del sistema eléctrico que se requeriría para su
funcionamiento, y, obviamente la compra de nuevos trenes a fin de ampliar la
flota existente.
LINEA 2
Entonces,
si esto se ha hecho para la L1 del Metro de Lima, también debería para la Línea
2 del Metro de Lima que arribará hasta el Callao, a fin de llegar hasta
Ventanilla, Mi Perú, otros poblados de la zona, y probablemente hasta Ancón.
Los
peros…
En
el papel y las declaraciones dadas por autoridades suenan muy bonito, y diría
populista. En términos generales, según especialistas, cada línea de Metro no
debe de tener más de 35 kms., pero además esto supone que cada línea de Metro
debe tener una muy fuerte demanda de uso, porque caso contrario los subsidios
serían muchísimos mayores, pues el Estado subsidia un 66% en promedio el pasaje
de la L1 del Metro de Lima.
La
L1 en su recorrido actual soporta hasta 700,000 pasajeros por día, y según el
ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes están evaluando la
propuesta para ampliar su capacidad y reducir el tiempo de espera de 3 a 2
minutos, que en realidad es la máxima frecuencia que puede tener, teniendo en
consideración los tiempos de parada en cada estación para dejar y recoger
pasajeros.
Pero
hay otro detalle que es crucial, el sur chico, tiene una demanda importante
durante los tres primeros meses del año que corresponden al verano, y después
esos niveles bajan para el resto del año, pues quienes viven allí todo el año
prácticamente ya han organizado su vida con el trabajo y en la propia zona
donde habitan.
La
Línea 1 del Metro de Lima tiene un contrato de Concesión y Operación con un
concesionario privado (GyM
Ferrovías) y a pesar de una alta demanda que sólo cubre actualmente
alrededor del 68% de los costos de operación y mantenimiento de esta línea, le
están pidiendo realizar una fuerte inversión para aumentar la frecuencia, con
lo cual aumentaran sus costos, aun con transbordo para no exceder la regla de
los 35 kms.
IGNORANCIA SUPINA
En
realidad, lo que vemos es una ignorancia sobre muchos temas de parte de las
autoridades, que hasta cierto punto es explicable y hasta perdonable. Pero lo que
si es inexplicable, y diría hasta imperdonable, es la falta de criterio para
preguntar a los especialistas antes de aprobar o lanzar barbaridades.
En
el caso de la Línea 1 del Metro de Lima, uno de los organismos llamados a
consultar y opinar es el Consejo Departamental de Lima del Colegio de
Ingenieros del Perú, así como expertos, que bien podrían recomendar y sugerir
propuestas de solución.
TREN URBANO
Da
la impresión que esta Ley 32194, aprobada por el Congreso de la República tiene
un fuerte tufillo populista y diría hasta político, salvo que bajo un modelo
totalmente diferente se haga una estación de transbordo a otro sistema que
podría ser un Tren Ligero Urbano, que tendría frecuencias mayores en el tiempo,
y que se conecte en una estación de transbordo con la Línea 1 o la L2, que en
el caso de la L1 llegaría a Lurín y en el caso de la L2 a Ventanilla, y la
futura Línea 3 para llegar a Puente Piedra y Ancón.
Entonces
aquí podría caber muy el dicho: “Para mentir y comer pescado hay que tener
mucho cuidado”.
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