En una reunión de trabajo a la que fue invitado por la Comisión de Trabajo del Congreso de la República junto a otros líderes empresariales, el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, urgió en la necesidad de que la nueva Ley General de Trabajo genere más puestos de trabajo y mantenga los ya existentes.
En la reunión, liderada por el presidente de ese grupo de trabajo, Julio Gago, también asistieron el presidente de la Confiep, Humberto Speziani; el presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, Richard Inurritegui; el presidente de AFIN, Gonzalo Prialé y la vicepresidenta de PERUCÁMARAS, Mónica Watson, Varilias explicó las características de la actividad exportadora y la importancia que han tenido los regímenes especiales en su desarrollo.
“La característica fundamental de nuestra actividad es la temporalidad de los pedidos, es por eso que el concepto de flexibilidad está necesariamente ligada a ella; sin embargo eso no significa que las empresas no velen ni protejan a sus trabajadores; todo lo contrario, se les paga la gratificación y la Compensación por Tiempo de Servicios, además de otros beneficios”, dijo.
Añadió también que los exportadores peruanos tienen doble supervisión, por una parte los inspectores laborales del ministerio y por otra, los compradores de otros países que solo trabajan con empresas serias que cumplen con todas las leyes. “Es por eso que se dice que las empresas exportadoras son las grandes formalizadoras”, comentó.
Dijo que de las 7,000 empresas exportadoras existentes, 6,000 son pequeñas, por lo que se debe tener mucho cuidado de no perjudicar el marco laboral que ha permitido ese crecimiento.
A su turno, el representante de ADEX en el Consejo Nacional del Trabajo, Harry Stewart, señaló la necesidad de fortalecer el Ministerio de Trabajo y la labor de los inspectores para que ejerzan su labor, sin perjudicar los regímenes especiales que han permitido el crecimiento del comercio exterior peruano. “Lo que no se debe hacer es generalizar y modificar mecanismos que, se ha probado, trae beneficios al modelo exportador”, comentó.
“Los regímenes especiales deben mantenerse, eliminarlos pondría al Perú como uno de los países más rígidos del mundo y fomentaría una mayor informalidad”, concluyó.
EL DATO
En el proyecto de la Ley General de Trabajo se señala que los regímenes especiales se rigen por sus propias normas, sin embargo, en la nueva propuesta de la comisión de Trabajo propone que se rijan por la presente ley, lo cual se presta a dos interpretaciones distintas pero que pueden conllevar a la derogatoria de estos regímenes.
En la reunión, liderada por el presidente de ese grupo de trabajo, Julio Gago, también asistieron el presidente de la Confiep, Humberto Speziani; el presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, Richard Inurritegui; el presidente de AFIN, Gonzalo Prialé y la vicepresidenta de PERUCÁMARAS, Mónica Watson, Varilias explicó las características de la actividad exportadora y la importancia que han tenido los regímenes especiales en su desarrollo.
“La característica fundamental de nuestra actividad es la temporalidad de los pedidos, es por eso que el concepto de flexibilidad está necesariamente ligada a ella; sin embargo eso no significa que las empresas no velen ni protejan a sus trabajadores; todo lo contrario, se les paga la gratificación y la Compensación por Tiempo de Servicios, además de otros beneficios”, dijo.
Añadió también que los exportadores peruanos tienen doble supervisión, por una parte los inspectores laborales del ministerio y por otra, los compradores de otros países que solo trabajan con empresas serias que cumplen con todas las leyes. “Es por eso que se dice que las empresas exportadoras son las grandes formalizadoras”, comentó.
Dijo que de las 7,000 empresas exportadoras existentes, 6,000 son pequeñas, por lo que se debe tener mucho cuidado de no perjudicar el marco laboral que ha permitido ese crecimiento.
A su turno, el representante de ADEX en el Consejo Nacional del Trabajo, Harry Stewart, señaló la necesidad de fortalecer el Ministerio de Trabajo y la labor de los inspectores para que ejerzan su labor, sin perjudicar los regímenes especiales que han permitido el crecimiento del comercio exterior peruano. “Lo que no se debe hacer es generalizar y modificar mecanismos que, se ha probado, trae beneficios al modelo exportador”, comentó.
“Los regímenes especiales deben mantenerse, eliminarlos pondría al Perú como uno de los países más rígidos del mundo y fomentaría una mayor informalidad”, concluyó.
EL DATO
En el proyecto de la Ley General de Trabajo se señala que los regímenes especiales se rigen por sus propias normas, sin embargo, en la nueva propuesta de la comisión de Trabajo propone que se rijan por la presente ley, lo cual se presta a dos interpretaciones distintas pero que pueden conllevar a la derogatoria de estos regímenes.
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