RICARDO ANHESINI |
El segundo tema es que hace aproximadamente cinco años hubo un cambio en
la región del perfil de la banca. Durante los años noventa se tuvo una
predominancia de la banca extranjera con una participación significativa en los
diversos países.
Sin embargo, desde hace unos ocho años aproximadamente, esa tendencia ha
cambiado, donde la banca doméstica empezó a crecer en cada nación, con la
excepción de México que casi siempre tuvo banca doméstica.
Eso fue interesante porque se comenzaron a crear “gigantes” regionales. Como,
por ejemplo, el Banco Itaú, Bradesco, Grupo Sura, etc. todos son bancos que
tienen presencia en más de un país en la región. “Esto es importante, porque la
región es cada vez más autónoma en el ámbito financiero”, revela el experto de
KPMG Brasil. Varios de estos bancos compiten en igualdad con la banca
internacional.
El tercer punto está referido a las personas, especialmente el
desarrollo del talento en la banca de América Latina. Los latinoamericanos son
conocidos en el mundo por su creatividad e innovación. Personas emprendedoras
que encuentran soluciones a las demandas de los clientes.
Estos son los tres principales aspectos que influencian y desarrolla la
banca regional en América Latina. No obstante, muchas veces se ven afectados
por temas económicos y políticos. Últimamente se han visto afectados por temas
de corrupción. A ello hay que agregarles las diversas políticas gubernamentales,
temas coyunturales de cada país y los factores externos de naciones
industrializadas.
Cada vez que hay elecciones en los países, también surgen factores que
impactan en la banca, pero como son sólo etapas, siempre se superan, advierte Ricardo
Anhesini.
RETOS
Entre los retos que tierra la región para los siguientes años están los
aspectos de tecnología e innovación que son aún críticos.
También la calidad de los servicios que son prestados a los clientes será
cardinal. La innovación que viene junto a los nuevos servicios es crítica. En
los siguientes años será de suma importancia estos temas.
“La forma cómo se hace banking, seguros y relaciones continuará rápidamente
y determinará cuál será el perfil de la nueva banca en América Latina”, agrega.
Si se mira algunos años atrás y se mira el mundo digital de los
celulares, computadoras y otros dispositivos, nos daremos cuenta de que ahora,
esa tecnología es otra. Todo cambia e impacta también en los servicios
financieros. La velocidad del cambio es cada vez mayor.
Un nuevo reto que tendrá la banca está relacionado con la rentabilidad.
Hay una tendencia mundial que se orienta a la baja de la tasa de interés, que
no es exclusivo de Europa y los Estados Unidos, sino también de América Latina
y el Caribe.
Como la tendencia es a la baja, los bancos deberán ser más eficientes
operacionalmente, y eso incluye los costos de las personas, costo operacional y
eficiencia operativa en general. Entonces los procesos deben ser concisos para
ser más efectivos y eficientes.
Un desafío nuevo sería la continuidad de la regionalización. Como se ha
dicho, cuando creció la banca regional dejo como herencia la consolidación de
la banca en general, afirma el experto de KPMG Brasil.
Era digital versus era
clásica
Con el
avance de la tecnología y la digitalización, el mundo ha entrado a una
transformación organizacional con serios cambios para las industrias, siendo
una de ellas la financiera.
Con el
tiempo habrá menos oficinas y los clientes realizarán sus transacciones desde
sus hogares. Ya se está viendo que los colaboradores cumplen sus funciones
desde sus hogares y no tanto desde el trabajo.
En un par de
años todas las transacciones y operaciones se harán de manera digital. No será
necesario ir al banco. Todo estará en el celular donde habrá diversas aplicaciones
para todas las operaciones.
También se
aprobarán los créditos en línea y el desembolso será igual. Se beneficiarán
tanto clientes como analistas o asesores de negocios. En Brasil ya está
ocurriendo. Existen bancos que no tienen oficinas de atención al público.
Ahora aún
hay una atención clásica y tradicional, pero todo eso quedará atrás. En el
campo de las comunicaciones, los bancos se comunicarán con sus clientes de
manera personalizada. Las aplicaciones en los celulares serán fundamentales. El
celular dejó de ser un aparato para hablar solamente, ahora cumple diversas
funciones y hacia esa meta estamos caminando. Los servicios financieros serán
los primeros en usar las modernas aplicaciones y sistemas para beneficiar a los
clientes.
La
tecnología ha traído una evolución muy interesante, donde la experiencia del
cliente será fundamental. Habrá una mayor proximidad entre las instituciones
financieras y el cliente. Los proveedores de servicios ya están trabajando en
ese tema. Parece una paradoja, la atención será más “personal”, aunque no se
vean las caras. Pero como todo avanza en el mundo digital, no debe sorprendernos
que inventen dispositivos tipo televisión para ver la cara de los clientes y
hablar con ellos de manera “personal”.
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