INTERNACIONAL La temporada
de uva de mesa de Chile se ha visto afectada por la pandemia de coronavirus, la
que ha generado desafíos logísticos, de consumo y embalaje. Si bien hubo
ciertos mercados en los que hubo un buen nivel de consumo, la realidad es que EE.UU.,
el principal destino de la fruta, ha tenido un desarrollo complejo en estas últimas
semanas. Manuel José
Alcaíno, presidente de Decofrut le explicó a PortalFrutícola.com que ha visto tres
etapas en la temporada post COVID-19. “Una primera
etapa que partió muy activa, muy entusiasta; estoy pensando de mediados de marzo”.
Dicha sección respondería al alto consumo producto de la explosión en ventas y
compras en masa que provocó el miedo al coronavirus.
Después vino
una segunda etapa, de consolidación, en la que hubo un buen ritmo de ventas, el
que de a poco se fue ralentizando. Y la tercera etapa son estos últimos 10 días
en los que la velocidad de compra disminuyó, en parte por preocupaciones de
parte de los consumidores respecto al embalaje de los productos.
“El embalaje
de la mayoría de la uva chilena exhibe al consumidor baas a la vista; lo que ha
generado una cierta reacción de rechazo por la idea de que pudieran estar
contaminadas. Entonces se ha privilegiado más el envase cerrado, los clamshell,
las bolsas cerradas”.
Mercados
Respecto al comportamiento de los mercados, Alcaíno explicó que Europa ha sido
uno de los mercados más beneficiados. “Es el único mercado que tiene una clara
subida, un claro incremento y la razón de eso es que los sudafricanos
terminaron temprano sus exportaciones”, explicó. A eso, hay que sumarle que
India casi no envió fruta, prefiriendo mantenerla para consumo interno. “Lo
cual generó un aumento en la demanda de fruta chilena y esa combinación de dos
cosas, lo que pasó en Sudáfrica y en la India, es lo que explica el incremento
de volumen enviado a Europa”.
En lo que
concierne a EE.UU., Alcaíno comentó que hubo expectativas de que las uvas se
iban a vender de mucha mejor forma, en especial la uva blanca. Lo anterior
debido a la reducción de la oferta chilena y a que México aún no ha entrado con
fuerza, por lo que no hay tanta uva blanca. “Sin embargo la expectativa de
precios del orden de USD 40-42 para las uvas blancas, no se ha dado; en EE.UU.,
como en el resto del mundo, la economía está complicada; entonces vender a esos
precios muy altos era irreal. Pero, así y todo, las uvas blancas han tenido
precios bueno”, agregó. Los valores habrían estado significativamente más alto
respecto a las variedades rojas, las que se han estado vendiendo entre USD
18-22. China, en tanto no tuvo precios muy interesantes, señaló, pero si ha
habido movimiento suficiente para generar utilidades a los productores; pese a
no haber sido dentro de las expectativas.
EMBALAJE
Alcaíno también se
refirió a los problemas que ha habido en temas de packing y el impacto que ha tenido
en la industria. “Es interesante observar, sobre todo en EE.UU., el impacto de
este embalaje cerrado. La preferencia de los mercados por este embalaje
cerrado”, afirmó. Señaló que es un embalaje que es dificultoso y caro de hacer,
ya que cada unidad tiene que tener un peso fijo y eso incorpora una dificultad
notable en el embalaje de la uva”. Producto de eso, es que actualmente hay una
“serie de discusiones que se están llevando a cabo”, para tratar de lidiar con
el tema; ejemplo, que se permita vender bolsas cerradas sin que el peso de la
uva sea prefijado. En particular, explicó Alcaíno, va a ser interesante ver la
evolución de las discusiones enfocadas a las necesidades de embalaje en el
futuro. (Portal Frutícola).
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