jueves, 24 de julio de 2008

GRADO DE INVERSIÓN PARA LA CLASE MEDIA

Por César Sánchez Martínez / LIMA
Periodista especializado en Economía y Finanzas
www.certezadirecto.blogspot.com

La decisión de la calificadora internacional de riesgo crediticio Standard & Poor′s de otorgar al Perú el grado de inversión, revela que la economía peruana, a pesar de vivir tiempos de turbulencia financiera internacional, está pasando por un buen momento, aunque la bonanza no se sienta aún en las clases menos favorecidas. En el extranjero, Perú es visto como una nación emergente que tiene su economía en orden, situación que le permite tener un declive de vulnerabilidad fiscal y externa.

Después de vivir el desastre económico que se originó bajo la administración del llamado gobierno “revolucionario” de la Fuerza Armada y que perduró casi 40 años, ésta es la tercera agencia calificadora de riesgo crediticio que le otorga el grado de inversión. El 19 de octubre de 2007, Dominion Bond Rating Service (DBRS) de Canadá le extendió el grado de inversión para su deuda a largo plazo en moneda extranjera y local, y Fitch Ratings hizo lo propio el 2 de abril de este año.

¿Por qué el Perú recibe esta consideración en el ámbito financiero internacional? Sólo en América Latina, esta posición la han tenido durante años, países como México y Chile, y recientemente Brasil por intermedio de Fitch Ratings. Ello se debe al orden del manejo económico que se inició en la administración del presidente Alejandro Toledo y continúa bajo la responsabilidad del segundo mandato de Alan García Pérez.

La subida de las calificaciones de esta nación andina está respaldada por la baja significativa de sus vulnerabilidades fiscales y externas en un contexto de amplias y diversificadas fuentes de crecimiento con baja inflación y fortalecimiento de los fundamentos macroeconómicos. La economía peruana creció 7.30% en mayo de 2008, acumulando 83 meses de avance consecutivo. También logró una expansión de 9.80% en los cinco primeros meses del año y una evolución de 9.37% en los últimos 12 meses, período comprendido entre junio de 2007 y mayo de 2008.

Según Standard & Poor’s, estas tendencias continuarán en el mediano plazo, a pesar de un entorno internacional cada vez más riesgoso y de los constantes desafíos presentes en la política local. Perú importa petróleo y derivados y se teme que la constante alza del precio del barril afectaría a su economía. Sin embargo, las fortalezas peruanas son suficientes para lidiar con estos retos de mediano plazo.

El sólido panorama económico peruano con tasas de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) estimadas en 6.5% en el mediano plazo, son un factor clave de apoyo y las perspectivas de crecimiento están apuntaladas en la inversión que se espera alcance el 25% del PBI al final de año. La nación inca redujo su pobreza de 48.7% en 2005 a 39.3% en 2007.

Esta situación también está generando expectativas en inversionistas extranjeros, quienes visitan el país animados por el buen momento peruano, en cuyo suelo se realizará la Cumbre Mundial del Asia Pacific Economic Cooperation (APEC) en noviembre próximo, foro clave para las excelentes relaciones del nuevo ministro de Economía, Luis Valdivieso, quien fuera alto funcionario del Fondo Monetario Internacional para los países asiáticos.

El flujo de pasajeros en vuelos internacionales creció 15.71% en los cinco primeros meses del año, que representa un tráfico aéreo en vuelos regulares internacionales de un 1´739,073 pasajeros, estimándose en dos millones para diciembre próximo. El tramo de mayor movilización fue Lima-Miami con 93,197 personas, siendo los Estados Unidos el principal socio comercial del Perú, cuyo Tratado de Libre Comercio entrará en vigencia en 2009.

Por los altos precios internacionales de los metales, el escenario internacional para los peruanos es bueno, pero urge también anticiparse a los cambios cuando estos precios no sean favorables para la economía inca.

Sin embargo, estas cifras son optimistas en el papel, pero todavía no impactan favorablemente en la vida cotidiana de los habitantes de estratos sociales medios. Es decir, los indicadores macroeconómicos revelan que el país está creciendo, pero la realidad social afirma todo lo contrario. Eso se debe a varios factores: Alto costo de vida, incremento constante de los alimentos de primera necesidad, dependencia de productos importados, y deficiente gestión de los ayuntamientos peruanos. El presidente Alan García ha pedido más de una vez la elaboración de proyectos viables con sentido social a los gobiernos regionales a fin de no tener devoluciones al final del ejercicio anual.

El gobierno hace esfuerzos para ayudar a las clases más necesitadas mediante programas de subsidios y programas sociales de lucha contra la pobreza, pero la gran perjudicada es la clase media que no siente, el “chorreo” de arriba ni el “goteo” de abajo. Muchos profesionales siguen saliendo del país en lo que se ha llamado “fuga de talentos” y otros continúan trabajando como taxistas desde el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, juzgado ahora por presuntos actos de corrupción y violación de derechos humanos.

El gran reto que tiene la administración del presidente García es seguir manejando responsablemente la economía y permitir que las bondades del crecimiento también se sientan en la clase media, principal estrato social perjudicado por la turbulencia financiera internacional y consecuencias del proceso de globalización.

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