Por César Sánchez Martínez / LIMA
Periodista y escritor.
La última cumbre internacional que realizó la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) que fue la Summit Lima 2023, dejó importantes lecciones por aprender, pero también una amplia agenda pendiente en el ámbito de la inclusión financiera, y obviamente, social. Efectivamente, del 25 al 27 de octubre próximo, la FEPCMAC en coordinación con la Caja Tacna, realizarán el XIV Congreso Internacional de Microfinanzas con el tema principal “Desarrollo sostenible: Estrategia para una mayor inclusión”.
Como
se sabe, la FEPCMAC desarrolla dos certámenes internacionales cada año. Primero
está el Seminario Internacional de Microfinanzas (SIM) que el año pasado se
realizó en Arequipa y este año, estuvo muy ocupada en la realización del I Summit
Lima 2023, que se hizo en coordinación con la Universidad ESAN y con el apoyo
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Invest). El II Summit San Salvador
2024 se realizará en El Salvador bajo la coordinación de la Corporación
FEDECRËDITO, que es el gremio de bancos y cajas locales que impulsan la denominada
industria microfinanciera.
El
segundo certamen anual en el ámbito internacional que desarrolla la FEPCMAC es
el Congreso Internacional de Microfinanzas (CIM). Si bien es cierto que es una
actividad más interna, la presencia de participantes foráneos le da la
connotación internacional. Además, la realización del Summit Lima 2023 cumplió
exitosamente con los estándares exigidos por el BID para los Foros Internacionales
de la Microempresa (FOROMIC), que desde antes de la pandemia no se desarrollan
y que se realizan cada año en cualquier ciudad del hemisferio americano.
También por la FELABAN (Asociación Latinoamericana de Bancos) y la ALIDE (Asociación
Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo) para sus
asambleas anuales.
Se
augura que los debates y aporte del 14ª CIM que se efectuará en la Gran Reserva
Pocollay en Tacna, ayuden a comprender cómo el desarrollo sostenible impulse
una mayor inclusión financiera, y, por ende, social. Perú sigue estando a la saga
de la inclusión financiera que no llega ni al 35% de manera optimista. Aún hay
mucho por hacer, de ahí la agenda pendiente que debe honrarse. Hoy que se usa los
diversos monederos electrónicos o que algunas personas reciban sus sueldos en
cuentas bancarias, no significa que ya están incluidos financieramente. La
inclusión supone uso de cuentas, transacciones financieras, operaciones en
línea, acceso al crédito, cultura del ahorro, uso de seguros, mayor
digitalización, etc. Felicitamos a los bancos y cajas municipales que impulsan
la educación financiera, pero en esa agenda pendiente hay que incluir a los
habitantes de comunidades étnicas, andina y urbano marginales, empezando por
los niños. Como escribiese el bardo César
Vallejo en su poema “Los nueva monstruos”: “Hay, hermanos, muchísimo por hacer”.
Y mirando a los excluidos, a los nuevos “descamisados”, aquellos que amaba
Evita Perón en su natal Argentina, la literatura vallejiana nos recuerda “Hay
golpes en la vida tan fuerte. ¡Yo no sé!” (Los Heraldos Negros).
FIRMADOS № 260
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