ECONOMÍA La Asociación de Exportadores (ADEX), informó que las exportaciones
peruanas en junio último cerraron con una caída de -19.9%, lo que pone en duda
la recuperación sostenida del sector, que de seguir con esa tendencia, cerraría
el año con un crecimiento mínimo de 0.8%, al sumar alrededor de US$ 34,000
millones, el segundo monto más bajo de los últimos seis años. El presidente del gremio, Juan Varilias Velásquez confió que en lo que
resta del año la consolidación de la recuperación de las exportaciones mineras,
no solo apuntala el objetivo de que los envíos tradicionales cierren el 2016
con un crecimiento estimado de 2.7%, sino que las totales crezcan en 0.8%.
“Las perspectivas para el sector no tradicional para fines del 2016
arrojan una contracción de -3.3% explicado por una caída de -9% en las
exportaciones de origen manufacturero que serían parcialmente compensados por
un crecimiento de 6.4% en las agroexportaciones”, detalló.
Respecto a los despachos de junio, Varilias manifestó que aun cuando las
cifras acumuladas a mayo mostraron un leve crecimiento, las exportaciones de
junio sorprendieron con un comportamiento negativo, propio de la etapa crítica
del 2015. Los envíos totales cayeron -19.9% por una contracción de las
tradicionales (-22.3%) y de las no tradicionales (-13.8%), con el agravante que
todos los subsectores experimentaron caídas.
Las más severas fueron las de la pesca primaria (-79.7%), petróleo y gas
natural (-38%), maderas (-32.9%), minería no metálica (-27.4%), pesca no
tradicional (-25.9%), siderometalurgia (22.2%), varios (20.9%), metalmecánica
(-20.4%) y textil (-20%).
La agroexportación volvió a registrar una tasa de variación negativa
(-6.8%) debido a las menores ventas de hortalizas (-15%), que no pudo ser
compensado por el crecimiento de la exportación de frutas (9%).
Mayor preocupación genera la exportación de confecciones que inició el
año reduciendo su velocidad de caída (incluso tuvo un incremento de 9.5% en
abril) pero volvió a retroceder -16.2% en junio. Según información
proveniente del sector, el panorama de corto plazo no es mejor pues hay una
baja sensible en los pedidos para el segundo semestre.
Cabe mencionar que en el 2015, el número de empresas textileras y
confeccionistas se redujo a la mitad y en lo que va del año se redujo en un 40%
adicional. “Estos números revelan lo precaria que es aun la recuperación del
sector que todavía está muy lejos de lograr el crecimiento sostenido de dos
dígitos que tuvo hasta antes del 2012”, comentó el líder gremial.
En un mayor análisis, Varilias precisó que el resultado de junio del
2016 es por la caída de las exportaciones de cobre (-23%), que el año pasado
registró un incremento sustancial por el inicio de nuevos proyectos que
entraron en producción. “Los envíos hasta mayo del 2015, promediaban US$ 570
millones y luego se incrementaron hasta US$ 840 millones en junio, por lo que
ahora tenemos un fenómeno estadístico que debe superarse en los próximos meses
cuando veamos un comportamiento creciente en este producto”, refirió.
Otro hecho puntual que se debe tener en cuenta en junio último es la
contracción de la pesca tradicional (-80%), que también es un factor temporal
propio del periodo de veda que reduce significativamente la disponibilidad de
pescado para la fabricación de harina.
En términos acumulados, los despachos del primer semestre del año se
contrajeron en -3.7%. Las tradicionales retrocedieron en -1.9% y fueron las no
tradicionales las que explicaron el retroceso pues sus ventas cayeron en -7.5%.
Los subsectores ligados a la industria manufacturera siguen
deteriorándose. En el periodo ya mencionado la metalmecánica cayó en -20.4%,
químicos (-1.6%), siderometalurgia (-22.2%) y minería no metálica (-27.4%), lo
que grafica lo dramático de la situación generada por la pérdida de
competitividad país y la alta concentración de las ventas en el alicaído
mercado latinoamericano.
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