Por
César Sánchez Martínez
/ BUENOS AIRES
ECONOMÍA La
economía brasileña está construyendo las bases para su recuperación económica
en los próximos años, reveló Octavio de Barros, economista jefe del Banco Bradesco de Brasil, en el
marco de la 50ª Asamblea Anual de la
Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN) que se desarrolla en la ciudad
de Buenos Aires, Argentina. Enfatizó que la
economía brasileña, la más grande de Suramérica, está en proceso de cambios y
que los resultados, que definitivamente impulsarán su crecimiento, se verán en
los próximos dos años. Pronosticó que el PBI crecerá entre 1% y 2% este año en
el 2017, y que estará entre 2.5% y 3% al final del año 2018.
Por su
parte, Carlos Kawall, economista jefe del banco brasileño SAFRA, fue un poco
más modesto y reveló que la economía brasileña crecerá el próximo año, un
porcentaje de 0.5% y 1%, y eso debido, a las transformaciones que el nuevo
gobierno está realizando. Ambas declaraciones las hicieron en el marco de la
conferencia magistral matutina denominada “La economía brasileña en 2017: Desafíos y oportunidades”.
Octavio de Barros
sostuvo que habrá reformas fundamentales desde la perspectiva de la
privatización y concesiones, que ayudarán profundamente a la reactivación de la
economía. Efectivamente, se debatió acerca de la importancia de la economía
brasileña en América Latina y el Caribe. “El stock de capitales aumentará con
las privatizaciones”, añadió.
Entre esos cambios
estarán los fondos previsionales, tema en la cual ya se está trabajando, añadió
el representante de Bradesco. También dijo que el problema brasileño, no sólo
es el déficit fiscal que tiene su economía, sino la deuda emitida por la
anterior administración de gobierno.
Recordó que las
grandes empresas brasileñas como Petrobras y Electrobras tendrán que realizar
cambios profundos, en virtud que el anterior gobierno financiaba a las
empresas, agudizando de esta manera, el déficit fiscal. Entre esos cambios es que ahora, la banca
privada deberá financiar aproximadamente el 90% de los nuevos proyectos.
Expresó su sorpresa
al “increíble crecimiento de la bolsa brasileña, especialmente, haberse
recuperado rápidamente después de la crisis que ocasionó la salida de la
anterior mandataria”.
Sostuvo que en
diversas naciones de América Latina y el Caribe se están realizando
administraciones con buenas políticas macroeconómicas, pero no están creciendo
como se espera.
Por su parte Carlos Kawall, recordó que el financiamiento
ilegal que la administración de Dilma Rousseff realizaba, es precisamente, uno
de los juicios políticos que propició su salida. Todo ello derivó que crezca el
desempleo y los ingresos bajen. “Se requiere mayor inversión para dinamizar a
la economía”, sostuvo el economista jefe del Banco SAFRA.
Dijo que
el crecimiento no crece por las exportaciones, sino por las inversiones. Por
esa razón, urge la aplicación de tasas más bajas para que el empresariado tenga
mayores accesos al crédito.
Asimismo, Alvir
Hoffmann, vicepresidente ejecutivo de la Federación Brasileña de Bancos
(FEBRABAN), dijo que Brasil tiene uno de
los sistemas de supervisión más sólidos del mundo, razón por la cual se espera
que el crecimiento óptimo de la economía llegue en el mediano plazo.
Entre los
participantes, estuvo Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de
Argentina (ABA) y moderó el panel, Rubens Sardenberg, director de Regulación
Prudencial, Riesgos y Asuntos Económicos de la Federación Brasileña de Bancos.
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