sábado, 5 de septiembre de 2020

EL LIDERAZGO ES INSPIRADOR


Por César Sánchez Martínez / LIMA

Un líder debe ser inspirador. Es el que predica con sus hechos y deja ejemplo para que otros sigan su camino. Deja huella en los seguidores que buscarán emular el modelo. Cualquier persona que se cree líder no necesariamente inspira, precisamente porque no es líder. Puede saber mucho, tener experiencia y poseer un alto cargo en la organización, pero no es líder. La inspiración viene con el liderazgo. Hay personas que tienen mucha experiencia en determinada especialidad, poseen el más alto cargo y tienen amplios conocimientos del tema, pero no inspiran, los subordinados obedecen por otras razones como el miedo, agradecimiento o responsabilidad, pero no por inspiración. La inspiración es como la poesía, no todos la poseen. Es un don que se hace notorio con el trabajo en las personas.

Conocí a una persona que se cree líder. Ha escrito algunos libros sobre el tema y es un académico de renombre. Lo invitan a dar conferencias sobre “liderazgo”. Probablemente, las personas que no la conocen íntimamente podrán ser sorprendidos por sus enseñanzas y hasta creer en él. Pero quienes lo conocen saben que es un ser pobre de espíritu que lo único que tiene es dinero, nada más.
La inspiración no nace del conocimiento o experiencia, nace del corazón mismo. No de la masa cardiovascular, sino del centro del ser humano. ¿Han visto a personas que sus vidas trascienden, aún cuando ya no están con nosotros? Esas personas inspiran. Por eso, la inspiración y la integridad van de la mano.
Se predica con el ejemplo. Hay un adagio popular que reza así: “Tus hechos hablan tan fuerte que no me permiten escuchar lo que dicen tus palabras”. La inspiración no es misticismo y menos religiosidad.
Se dice que un líder inspirador hace realidad sus sueños, ¿pero qué tipo de sueños? Por ejemplo, tenemos miles de emprendedores que empezaron desde abajo e hicieron realidad sus sueños. De ambulantes, ahora son prósperos empresarios. ¿Ellos son líderes? No necesariamente.
Muchos emprendedores exitosos son simplemente eso, exitosos. Sólo tienen dinero, nada más. Nunca trascenderán. Pero si el emprendedor exitoso deja una huella en otras personas que anhelan alcanzar sus horizontes, estilo de vida y calidad de gente, probablemente estamos frente a un líder.
Pero si notamos que el egoísmo, envidia, mal carácter, rencor, venganza, chisme y otras cosas negativas que priman en la vida del supuesto “líder”, lo mejor es alejarse de esas personas que no edifican, sino destruyen.
Los líderes inspiradores, no necesariamente son emprendedores o están involucrados con los negocios, pueden dedicarse a otras actividades o quehaceres. Puede ser un maestro, policía, sacerdote, ama de casa, cocinera, vendedor de diarios, taxista, carpintero, pastor, estudiante, etc.
La inspiración transmite ideas para los demás y caminos por donde deben transitar los seguidores, quienes al final de todo, serán la continuidad y reflejo de los líderes. Alguien que no inspira, mejor quédese donde está y no intente creerse líder porque fracasará y su vida misma lo delatará.
El liderazgo no es fácil, ni se nace así. Se va construyendo en la vida. Se puede nacer con ciertas cualidades o habilidades, pero básicamente, el liderazgo se perfecciona con los años, pero sirviendo a los demás. Estando al servicio de los otros es donde se descubren talentos, dones, cualidades y habilidades, virtudes que servirán para formar un carácter y para proyectar la vida mediante la inspiración hacia los demás.
Nunca olvidemos que, si somos líderes, una de las características es que tenemos que ser de inspiración para otros.  
Inspiración y motivación
No confundir inspiración con motivación. Una persona puede motivar a otra, como ocurre con los “grandes gurús” de la administración moderna y “liderazgo” en estos tiempos. Hablan bonito, pero ni ellos mismos creen en su palabra. Sólo se les escucha y la motivación dura sólo algunos días, después todo vuelve a ser normal.
La inspiración es diferente. Si bien es cierto está en el líder, éste transmite su inspiración hacia los otros. Son otras personas, quienes desean seguir sus pasos y ejemplo, continuar por sus proyectos, porque están convencidos que eso funcionará. La motivación fluye de uno hacia los demás. La inspiración es “reclamada” por los demás y exige un estilo de vida consecuente con las palabras que son dichas.
Existen buenos resultados de la inspiración. No olvidemos que la inspiración alienta para que otras personas traten imitarnos, busquen el camino que estamos construyendo. Cada persona, va construyendo un camino en su vida. Uno mismo no se da cuenta a veces, pero ese camino es notorio para los demás, quienes tratarán de caminar por allí, si realmente las vidas han impactado en ellos.
Hemos afirmado que un líder predica con el ejemplo. De eso se trata la inspiración. Son las obras que quedan las “hablarán” después y generará un movimiento de seguimiento en los demás.

CÉSAR SÁNCHEZ MARTÍNEZ (Lima, 1957) es periodista y escritor. Especializado en Economía, Liderazgo y Ciencias Bíblicas, tiene publicados más de mil artículos en temas de su especialidad.
Correo: cesarsanchez05@gmail.com
WhatsApp: 9-4917-2202

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